sábado, 1 de mayo de 2010

"Se es trabajador en oposición al Kapital"

Hoy es nuestro día, el de los trabajadores. Es un día designado dentro del sistema capitalista de producción. No podría ser de otra forma. Somos una creación de él: los trabajadores asalariados. Fuimos los esclavos en la Antigua Grecia, los siervos de la gleba del feudalismo y ahora la fuerza de trabajo que les brinda una vida de opulencia a la burguesía y algunos cipayos mientras que a nosotros nos aguarda una vida de subsistencia.
Va a haber muchos que se van a querer adjudicar la carga simbólica de este día. He escuchado a pequeñoburgueses que han dicho que era “su día”. Asimismo con los gerentes, encargados, supervisores, políticos, la policía, los burócratas administrativos del Estado, los operarios encargados de tomar, cesantear y despedir personal y de negociar los salarios a favor de las grandes empresas nacionales y multinacionales. Pero sobre todo, esos cerdos burócratas sindicales, cualquiera sea su alineación política. Puede que los recién nombrados sean asalariados, pero eso no los hace proletarios. Carlitos lo dijo bien claro: “Se es trabajador en oposición al Kapital”. Por ende, todo aquel que garantice su reproducción, siendo asalariado o no, estará siempre en contra de la clase trabajadora. Es el enemigo de la clase.
El 1 de mayo de 1886 los trabajadores de las fábricas de Chicago se declararon en huelga. 5.000 empresas quedaron paralizadas. Hombres, mujeres y niños cumplían jornadas laborales de 14 y hasta 16 horas. Medio millón colmó las avenidas de la ciudad en reclamo del 3 x 8: ocho horas de trabajo, ocho de descanso y ocho de ocio. La policía demostró al servicio de quien está. Hubo 6 muertos y decenas de heridos. El 4 de mayo se congregaron nuevamente en una de las plazas más grandes de Chicago. Cuando la policía se acercó, una bomba estalló entre los uniformados, uno murió. Segunda masacre: 38 de muertos, cientos de heridos de bala, miles de huelguistas presos y varios líderes anarco-sindicalistas condenados a la horca. Chicago estuvo en estado de sitio por un largo tiempo. Al tiempo se supo que la bomba había sido implantada por el jefe de las fuerzas represivas del Estado.
EE. UU. es uno de los pocos países del mundo donde no se festeja el 1 de mayo el día del trabajador. Pero es una cuestión simbólica. El día del trabajador es todos los días, ya que a diario sufrimos la explotación de la clase dominante y la alienación del régimen imperante de producción. Hoy, como todos los días, es nuestro día, el de la clase productiva. Hagámoselo recordar a aquellos asalariados que están al servicio de la burguesía, reproduciendo nuestra condición de clase explotada: “Se es trabajador en oposición al Kapital”.

1 comentario:

  1. La extraordinaria capacidad creadora de Marx, sin lugar a dudas el pensador más influyente de la era contemporánea, no pudo imaginar hasta que punto el capitalismo desarrollaría su maquinaria destructiva. En su teoría la clase proletaria era fundamental para la posterior revolución socialista. Y quién iba a parir esta clase no era otra persona que la Burguesía. Es decir, engendrería su propia destrucción. Hoy por hoy, y con revoluciones socialistas que merecen ser elogiadas pero distan mucho de parecerse al Comunismo deseado por Karl, el capitalismo se ha desarrollado de tal forma que ha eliminado practicamente todo vestigio de industrialización. Ya no hay fábricas, sino empresas. No hay obreros, sino empleados, sin conciencia de clase alguna. Pero la explotación sigue, en algunos casos, cómo con nuestros hermanos bolivianos, acercandose peligrosamente a la esclavitud. Es una ardua tarea la que debe afrontar el marxismo del nuevo siglo. Nada más ni nada menos que pensar, con las bases del materialismo dialéctico, una revolución sin proletariado. Se puede. Sobre todo leyendo cosas como las que se escriben en este blog. Sabiendo que no todas las conciencias han sido compradas. Fuerte abrazo.

    El Bolche.

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