martes, 29 de diciembre de 2009

Profesional

El silbato le funcionaba mal pero seguía soplando. Y tras el silbido, enseguida la arenga de venta: “Hay chuuuurro y bolita”. Justo cuando detenía su mirada en los libros y apuntes de unos estudiantes, un señor pelado de unos sesenta años que lucía la piel bien tostada le pide, casi exigiéndole, “¡1 docena!”.

- ¿Qué leen chicos? Ahh! Rayuela… Cortázar es tan juguetón con las palabras. El libro de los Cronopios me gusta mucho. Mirá, Galeano… un genio. Aparte de “Las venas…” hizo otras cosas excelentes. Cambió mucho su forma de escribir con el tiempo. ¿Y esos apuntes de qué son?.

Le responden que tratan sobre una perspectiva neomarxista de antropología de consumo.

- Es muy bueno que estudien y lean por gusto. Yo me recibí de profesor de Letras. No ejerzo. Vendo churros en plazas y parques, pero el saber no me lo impuso nadie.

Gesto adusto, el pelado se va con su docena a matear sentado en una reposera junto a su mujer. Y el Profesor se aleja sonriente bajo el sol abrasador de la tarde gritando: “Hay Rayueeela y churros marxistaaaaas…”

* foto extraída de aquí: http://anteriores.eldiariocba.com.ar/2003/22%20de%20diciembre%20de%202003/deportes/imagen7

viernes, 25 de diciembre de 2009

martes, 22 de diciembre de 2009

lunes, 21 de diciembre de 2009

¿Por qué en los noticieros y en la tele en general no se pronuncia la palabra capitalismo? Por omisión, si capitalismo es mala palabra, kapitalismo es un crimen ideológico.

domingo, 20 de diciembre de 2009

El imperialismo no tiene color

El imperialismo no tiene color

Envío de muchos más militares al Golfo, operaciones de inteligencia y espionaje en América del Sur desde Colombia e injerencia en el golpe cívico-militar de Honduras fueron algunas de las medidas tomadas por el Nobel de la Paz Barack Obama.

La lógica de los grandes medios lo impuso como un hecho histórico que cambiaría al mundo. La mayoría de la gente –como siempre- repitió lo que miró, escuchó y/o leyó. Creyeron que la llegada de un negro al sillón presidencial de la Casa Blanca en un país sumamente racista, traería paz, igualdad y una política distinta de EE.UU. hacia el globo. La entrega del premio Nobel de la Paz reforzó esta idea. Sin embargo la realidad demuestra que nada ha cambiado. El envío de 30.000 militares más a la guerra contra los talibán en Afganistán y Pakistán, el aval del golpe de Estado en Honduras, el acuerdo con Colombia para que marines puedan operar en bases militares de ese país y el no levantamiento del bloqueo económico a Cuba, demuestran que el imperialismo está más vigente que nunca… y que no tiene color.
A pesar del fracaso de Bush en sus políticas guerreristas en los países del golfo, Obama optó por la misma fórmula que su antecesor. Reconoció en Afganistán a un presidente reelecto en elecciones fraudulentas y ahora anunció que enviará treinta mil soldados más para luchar contra las tribus talibanes. La medida se tomó luego del crecimiento significativo en la cantidad de atentados en territorio afgano y pakistaní y también del crecimiento de marines yankis muertos por la ofensiva talibán. Obama había llegado a la presidencia con la promesa de terminar la guerra.
Lo de Honduras y Colombia dan cuenta que América Latina vuelve a estar entre los ojos del águila. Obama y Uribe acordaron para que miles de militares estadounidenses operen en siete bases militares del país cafetero con la excusa de “combatir el narcotráfico y el terrorismo”. Sin embargo un documento de la Fuerza Aérea de EE.UU. explicita que “es una oportunidad para conducir operaciones de espectro completo en América del Sur” y que desde allí se podrá “incrementar la capacidad para conducir operaciones de inteligencia, espionaje y reconocimiento”.
En Honduras, la acción norteamericana no fue tan directa pero sí muy efectiva. Toda Centroamérica es considerada por los estadounidenses como “su patio trasero”. Honduras fue una base gringa a principios de los 80 para contrarrestar la revolución sandinista en Nicaragua. Hoy en día también operan en una base aérea, que es en la que hizo escala el avión que lo llevó a Zelaya a Costa Rica en pijama el 28 de junio. Honduras exporta la mitad de productos a EE UU e importa la mitad de lo que consume de ese mismo país.
EE.UU. con la influencia que tiene sobre el poder político y económico hondureño –obviamente- no hizo nada por restituir a Zelaya. Es más, puso trabas en las asambleas de la OEA y si quedaba alguna duda de su injerencia en el golpe, las felicitaciones al futuro presidente Porfirio Lobo elegido en comicios convocados por un gobierno de facto terminaron de disiparlas. Zelaya no es ni siquiera del perfil de Chávez ni de Evo, sino del mismo partido de derecha que el presidente de facto Micheletti, el Partido Nacional, pero ante el acercamiento hacia Venezuela a cambio de ayuda humanitaria y el atisbo de intentar reformar la constitución para presentarse a un segundo mandato, el águila clavó sus garras en el tercer país más pobre de América Latina.
Tampoco ha cambiado la política para con “la colonia rebelde” de Cuba quien sigue sobreviviendo hace más de 50 años pese al bloqueo.
Nada ha cambiado desde que el primer hombre de piel negra llegó a la “White house”. El imperialismo no tiene color, tiene bandera.

* Nota publicada en el diario "El Adán de Buenos Ayres".

viernes, 18 de diciembre de 2009

Terraza

Nos reíamos mirando las estrellas, estrenando las 70 baldosas rugosas nuevas con nuestras espaldas. El olor ácido del meo y la mierda de los gatos terraceros ya había viajado en bolsa hacia el pavimento de la calle. Deseábamos estar en Iruya en ese mismo instante. Uno, dos, tres aviones pasaron en la misma dirección. “Debe haber una fiesta para aquel lado”, dijo Tilín. Nos quedamos en silencio por un rato y observábamos la nueva fisonomía de la terraza sin cuartitos de guardar porquerías. Está linda. Es amplia.

Tilín – Habría que tirar la pared del vecino y así quedaría una terraza gigante y comunitaria.
Jorge – Sí. Empecemos a menguar, por lo menos, la maldita propiedad privada.
Tilín – Seeee. ¡¡¡Hagamos el contramuro de Berlín!!!
En ese momento apareció el vecino Joaquín con una masa.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Modelo

Parecías una modelo. Te deslizabas sobre las veredas con al mirada siempre alta. Hasta se llegaban a divisar las enciclopedias sobre tu cabeza. Tu porte se llevaba las miradas de todo Floresta. Hubo choques de autos, personas que tropezaron y cayeron, mozos que volcaron los cafés. Todo producto de tu belleza. Los hombres de Segurola se paralizaban a las 11:15 cuando ibas a buscar las galletitas de cereales con gusto a frutilla que te vendía el señor de la herboristería. Las piernas largas, la cintura del tamaño de un anillo, los senos redondos como dos pomelos rosados, el rostro angelical y ese rodete que dejaba desnudo la parte por la que todo el barrio moría: tu cuello. Un par de enfermos hasta se animaron a los trajes de dráculas y compraron colmillos de plástico. Tenías encantado al barrio. Pero un día se corrió la bola de que te ibas. El trabajo de administrativa no iba más contigo. Decían que estabas para más. Así fue como se supo que estudiabas para modelo. Personalmente no sabía que se estudiaba para la belleza. Si ya lo eras. ¿Para qué más? ¡Qué decepción! Porque quien usa la belleza como su única arma y forma de vida… Te va a ir bien. El mercado paga muy bien la superficialidad. Al final no parecías, sos una modelo. Pero… ¿modelo de qué?

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Muchos de los que tienen el discurso liberal y se jactan de no ser estructurados, de ello tienen más las palabras de lo que en realidad hacen, viven y desean.

Siempre vas a ser...

martes, 15 de diciembre de 2009

José

“Tengo 130 sables arrumbados en el cuartel de Granaderos a Caballo, por falta de brazos que los empuñen…” dijo el general. Llegaron muchos más. Hasta quedaron brazos sin sables. Así partió el general y liberó a los territorios que luego serían Argentina, Chile y Perú. Ni siquiera había imaginado aquellos nombres para lo que creía su patria. Imaginaba algo mucho más grande. “No hay revolución sin revolucionarios. Los revolucionarios de todo el mundo somos hermanos” dijo. Luego de liberar bastos territorios de las garras coloniales españolas, llegaron sables y armas a montones. Esos sables ya no estaban arrumbados sino en manos de enemigos –ahora sí- nacionales. En Francia, casi en el olvido, sintió la fatiga de la muerte.

* Foto de Paula Ferro

domingo, 13 de diciembre de 2009

Amadeo Carrizo, otro viejito de barrio


Amadeo: un emblema del arco, de River y de Devoto

El histórico arquero de River Plate y de la selección habló del presente de “La Banda”, de la selección, de su visión de los arqueros actuales y del amor que tiene por Devoto, su barrio.

No parece que tuviese 83 años. Maneja un auto, pasea en moto, camina con soltura, habla con fluidez y no olvida ningún detalle. Así se mueve uno de los arqueros más grandes de la historia del fútbol argentino y del mundo. Un emblema de River y del arco que vive en Devoto, “el mejor barrio de Buenos Aires” según dice.

El encuentro con Zona Once se concreta en el bar Pablo’s frente a la plaza Arenales. Amadeo Carrizo luce impecable: canas bien peinadas, camisa y pantalón de etiqueta, zapatos lustrados y un perfume que aromatiza el aire. En la entrevista habla del crítico presente de River, de la selección, de los arqueros y de su adorado barrio.

Uno de los temas que más lo preocupa es el presente de su querido club: “No estoy muy compenetrado de lo que pasa institucional y económicamente en River, pero los comentarios no son buenos. Lo principal es que el equipo gane los domingos. Si no gana repercute en todo. En su historia, River nunca pasó momento tan feo e ingrato como éste”.

Amadeo no es socio de River y respecto a las próximas elecciones a realizarse el 5 de diciembre desea “que gane cualquiera que sea para el bien de River”. Aunque también deja esbozar una leve simpatía por un candidato: “He estado invitado por Santilli y D’Onofrio. Yo creo que esa unión puede ser ganadora.”

No hay domingo que no se lo encuentre en el Monumental. Trabaja para el club de Nuñez en la parte de relaciones públicas. “Es una cosa muy linda… Por lo menos el club me ha recordado… a lo mejor no del todo…”, comenta con algo de tristeza. En ese momento un hincha que vive en Miami se le acerca y le pide sacarse una foto.

- Quizás el club puede que no le haya dado el reconocimiento que debería, pero la gente lo admira…

- Ese es el orgullo que tengo yo. Siempre he recibido gratitudes del pueblo riverplatense: recuerdos, homenajes, ovaciones… Igual siempre entendí que el club lo prestigia también a uno. Y entonces el jugador tiene que sentirse alagado y brindarse con todo ese cariño y respeto al hincha y al club. Así lo hice yo, y por eso me recuerdan con cariño.

De los momentos más felices que tuvo recuerda los seis títulos que ganó con River y el de haber tenido el honor de ser elegido “el mejor arquero del siglo XX de Sudamérica” en Alemania. Aunque está enojado por la poca difusión que tuvo la noticia. “Apenas salió algún recuadrito chiquito en el diario”, se queja. Aunque no siempre todas fueron buenas: “He tenido el sufrimiento del mundial de Suecia donde nos golearon”, rememora con bronca.

Cuando Carrizo empezó a atajar revolucionó la forma de jugar del arquero. Fue él quien empezó a jugar con los pies, con la cabeza, a gambetear rivales. “Son recursos. Yo creé un estilo que me costó también sinsabores. Era un arquero moderno por eso duré 23 años en la primera de River”, cuenta orgulloso. Dice que los arqueros de hoy no superan a los de su época: “Hay arqueros ataja pelotas, que los hubo siempre, esos que vuelan todo el partido. Pero cuando menos volás es que lo hiciste más simple, que estuviste mejor ubicado, que tapaste bien el ángulo”.

De los arqueros de hoy le gusta el de River y de los históricos elogia a Ubaldo Filiol y Orlando Gatti. Y concluye su visión de lo que es un gran arquero: “El que bajo los palos es casi insuperable y un gran anticipador del juego. Para ser buen arquero hay que arriesgarse”.

Por otra parte, es optimista respecto del futuro de la selección argentina: “Tiene grandes figuras pero todavía no es un equipo bien compacto. Le pasa algo similar que a River. Cuando gane 3 ó 4 partidos seguidos todo se va a solucionar.” El gran 1 confía en el 10: “Maradona como jugador tuvo unas cualidades extraordinarias, y eso lo tiene que cristalizar como técnico.”

Tampoco se olvida de su barrio. Amadeo Carrizo vive en Devoto desde que llegó a los 16 años desde Rufino.

- ¿Qué es lo más lindo de Devoto?

- Que no se permiten tantos rascacielos. Que es un barrio de casa bajas. Eso embellece y hay más claridad, más luz, más aire, mucha arboleda…. y eso se respira. Tenemos esta descomunal plaza que -para mí- es la mejor de la capital. Tiene juegos para chicos, calesitas, la han reformado con cambios de mozaicos, jardines, flores. Los negocios también son muy lindos. Y todo eso lo pone a uno orgulloso del barrio.

Amadeo Carrizo es un símbolo del arco, de River Plate y también de Devoto. “Amadeo: ¿Qué toma? ¿Formol? ¡Está diez puntos! Déjeme darle la mano”, lo saluda un hombre. 83 años no son nada. Hay Amadeo para rato.

* Nota publicada en el nº 11 del periódico Zona Once

viernes, 11 de diciembre de 2009

Carta a más que un perro

Ayer te ví después de muuuuucho tiempo. De lejos, pero te vi. El incondicional 106 se desvió por Arengreen cuando iba para el Centro y ahí estabas: asomando tu cabeza entre la baranda y el concreto de la terraza. Ahí, con tus orejitas paradas, con la mirada inocente. No te das una idea de lo que te extraño. Llegar a la casa, tocar el timbre y escucharte ladrarme como si fuese tu peor enemigo. Abrir la puerta y que te dé celos viéndome abrazar y besar a tu domesticadora. Extraño que me mees los pies al acariciarte y al decirte "esh un boludiiiiiito". Jugar a lo bruto, como somos nosotros y cómo tan natural nos salía, y que tanto le enojaba a esas dos. Extraño el "au-uuu-uu". ¡Qué lindo! Tus peleas con la vieji que tanto me hacían reír. Acariciar tus pelos cortos y suaves, sobre todo el pecho y debajo de tu mandíbula. Podíamos estar horas en ese estado. Fue una mirada fugaz. Duró lo que el interno 36 tardó en cruzar Martín de Gainza. Pero no fue una mirada. Te vi. En esos pocos segundos reviví lo mejor de nuestras épocas. Es una cagada pero la domesticación te supedita a estar bajo la tutela de un ser humano. Y hasta que no haya una revolución anti-principista no nos vamos a poder volver a encontrar. La otra posibilidad es aún, hoy, más utópica. Me encantó verte. Aunque sea de lejos. Si vos sos Tango, yo soy Milonga. Te extraño mucho y te voy a adorar por siempre. En este momento siento una opresión gigante en el pecho y una congoja por no sentir el calor de tu orina sobre mis pies. Si shomos dos boludiiiiiiitos...

Inhumano

El hecho del robo no me importa. Mucho menos la alteración de eso que llaman “orden” o “usurpación del dominio privado”. El quid de la cuestión es que me dejaron sin móvil revolucionario. ¿Acaso en una megápolis una bici no es eso? Mientras todos putean, tocan bocina y se stressan en sus hermosos habitáculos de cuatro ruedas, uno sobre dos pedalea, tararea una canción alegre esquivando puteadas y masas de hierros y chapas. Por lo menos hasta que junte unos pé, no tendré esa posibilidad. Mi playera violeta no está más. La dejé dos horas atadas y al volver de la radio la cadena cortada yacía sobre las baldosas flojas al lado de un sorete de perro. Con el verano golpeando las puertas, voy a tener que volver a elegir entre la fidelidad del 106 y la desfachatez del 181 para regresar de mi casa. No sólo eso, aparte debo soportar el facismo clasista de mi padre y de la mayoría de los “ciudadanos bien” a los que les cuento. Se fue más que una bici. Se fue la bici. Violeta con la pintura salteada, el estén de aluminio nuevo, las gomas anchas, las llantas desalineadas, pedales grandes, el asiento ancho para mi culo jamonero. La verdad que tengo bronca. Con lo que odio el dinero y con las horas que me cuesta ganarme algunos próceres. Espero que el que se la llevó no la haya cambiado por paco. Aún así, es un inhumano, un canalla, no tiene corazón. No me robo un objeto, sino algo casi metafísico. Es como si a un revolucionario le hubiesen llevado el amor, como si a un presidente le dijeran que no existe más su país. No me cortaron las piernas, sólo la cadena.

martes, 8 de diciembre de 2009

Maxi, Cristian y Adrián: ¡presentes!

Se cumplen 8 años del fusilamiento de Maxi, Cristian y Adrián en manos de un policía. All Boys y nada más no quiere dejar en el olvido este aberrante crimen que unificó a Floresta y a All Boys para pedir justicia.


El 2001 fue muy difícil para los hinchas de All Boys. Después de muchos años el equipo descendió a la tercera categoría del fútbol argentino. Pero hubo un hecho mucho más trágico que signó para siempre la historia del barrio de Floresta -también es parte de la historia del club- que fue el asesinato de Maxi, Cristian y Adrián en la madrugada del sábado 29 de diciembre a manos del policía Juan de Dios Velaztiqui. El Albo volvió a la B Nacional. Maxi, Cristian y Adrián jamás regresaron con sus seres queridos.

Los hechos

Así como se terminaba el 2001, también finalizaba el gobierno de De la Rúa. Eran épocas de cacerolazo, marchas, piquetes, protestas y represión estatal. Las fuerzas represivas ya se habían cargado varias víctimas en Plaza de Mayo y en algunas barriadas populares. Maximiliano Tasca (25), Cristian Gómez (25) y Adrián Matassa (23) se encontraban cerca de las tres y media de la madrugada tomando una cerveza en la estación de servicio de Bahía Blanca y Gaona. La televisión reproducía las imágenes de una golpiza que le propinaban a un Federal en Plaza de Mayo cuando Maxi hizo un comentario: justificó esa acción como venganza por la represión que se daba día a día en los alrededores de la Casa Rosada. En ese momento el sargento Velaztiqui gritó “¡Basta!”, sacó su arma y los fusiló a los tres.

Velaztiqui arrastró los cuerpos hacia el playón y a uno le apoyó un cuchillo como para simular un robo. Con mucha tranquilidad se acercó a un teléfono público y, con absoluta frialdad, llamó él mismo a la comisaría diciendo que “había matado a 3 cacos”. “La policía intentó al principio cubrirlo, pero era defender lo indefendible”, asegura Elvira Torres, la madre de Cristian. “Fue una masacre. El policía los conocía a los chicos. Cristian y Maxi eran habitué. Lo que hizo fue de una perversidad terrible”, se indigna Aldana Soriano, novia de Adrián.

La solidaridad de los vecinos hizo que, virtualmente, la comisaría 43 estuviese sitiada durante todo el sábado. Desde temprano, los amigos de las víctimas se reunieron en la estación, cortaron el paso de la avenida Gaona y fueron hasta la comisaría. Luego de provocarle un corte al sub-comisario con un piedrazo y tras romper las puertas de vidrio de la seccional, se desató la represión. Más tarde llegó la Infantería y Floresta se convirtió en un campo de batalla.

“Fue brutal. La gente se defendía como podía. Los corrieron por todos lados con camiones hidrantes, palos y balas de goma. Tiraban sin discriminar a madres, chicos y abuelas. Fue tremendo.”, recuerda Elvira. Los vecinos de Floresta y muchos hinchas de All Boys combatieron con la Policía hasta casi las siete de la tarde.

El asesinato de los chicos de Floresta se dio en un contexto de crisis económica y no es un dato menor. La abogada María del Carmen Verdú de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) asegura que en esa situación financiera y de protesta social, el Estado agudiza la represión: “Lo que pasó en 2001, y lo que pasa hoy, es un claro ejemplo. Tanto en 2001 como ahora vemos un fuerte incremento en las muertes por parte de las fuerzas estatales”. En la presentación del archivo 2009 que se hizo el mes pasado en Plaza de Mayo, CORREPI afirmó que durante la democracia 2.826 personas fueron asesinadas por las fuerzas estatales.

Pese a esto, los vecinos siguieron unidos tras la represión policial e iniciaron espontáneamente, el mismo sábado, la primera de las 23 marchas para pedir Justicia. Fueron años de hacer el recorrido Gaona-Segurola-Juan B. Justo-Cuenca con el barrio unido, lleno de remeras de All Boys, con la solidaridad de hinchas de Temperley y hasta algunos de Chicago, arengando consignas contra la Policía y pidiendo Justicia por la masacre. En aquellos momentos no existieron las diferencias de barrio y de colores, tampoco la distancia dentro del propio All Boys.

Durante varios días, Floresta despertó con la Guardia de Infantería apostada en la esquina de la 43. La violencia y la represión no se volvieron a repetir. Los chicos fueron velados y hubo algunos arrestos más mientras algunos amigos intentaban cortar la avenida Juan B. Justo.

Así fue que el barrio y All Boys se solidarizaron y comprometieron con la masacre. Velaztiqui fue condenado a prisión perpetua por “homicidio calificado con alevosía” en 2003. En el juicio pidió perdón a su familia, a Dios y a la Policía. Jamás a los familiares y a amigos de las víctimas.

La novia

Aldana Soriano y Adrián Matassa habían empezado a salir. Ella es hincha del Albo y en 2001 trabajaba en la inmobiliaria con el padre de Adrián. El sábado 29 de diciembre fue a trabajar como cualquier día. No había hablado con su chico la noche anterior. Al llegar al local, estaba cerrado y justó llegó Enrique con la noticia sobre su hijo: “Adrián se murió”.

“Le pegué una piña a la pared, al vidrio y después no tengo ni idea de lo que hice”, rememora conmovida Aldana. Tiene guardado un mechón de pelo de su novio y se sigue viendo con la familia Matassa. Estuvo 3 meses sin salir de la casa. Dice que la angustia y la bronca ya se le pasaron, pero que extraña al gordo dulce, demostrativo y especial Adrián.

“Un mes antes de su muerte él me dijo: ‘Yo me voy a morir joven. Yo ya viví mi vida’. Y el 29 de diciembre no lo tuve más. Lo extraño un montón”, comenta con los ojos llorosos.

La madre

Elvira tiene la piel oscura y las ojeras bien marcadas como su hijo “el Gallego”. Se enteró del fusilamiento porque un compañero de trabajo del padre de Cristian la llamó por teléfono y le pidió que vaya a la estación. “Cuando llegué, el cuerpo todavía estaba caliente y lo abracé. Estaba lleno de policías, lleno de sangre.”, recuerda acongojada.

Cristian había ido a un asado, volvió a su casa y cuando subía el ascensor se dio cuenta que no tenía cigarrillos. Bajó y fue hacia la estación donde se encontró con los demás. Velaztiqui lo asesinó.

El homicida el año que viene cumplirá 70 y tratará de conseguir la prisión domiciliaria. Elvira confía en la Justicia: “Él ya la pidió en junio del año pasado. Los jueces decidieron negarle la libertad. Le dijeron que vaya a pedirla en 2021. Esperemos que vuelvan a tener el mismo criterio”.

Así recuerda a su bebé: “El Gallego era un loco lindo. Le gustaba el arte, la música, tocaba el bajo. Tenía miles de amigos de todas las edades y en todos lados. Era fana de Los Redondos. Era un divino, un dulce, pegote, mamero, el bebé de la casa, un gran hermano. Era loco por Floresta y por All Boys”

Con un llanto contagioso, comenta: “Me levanto y me acuesto con Cristian en el corazón. Lo extraño un montón”. Elvira está muy agradecida con el barrio: “La palabra gracias me queda chica. Floresta los tomó como hijos a nuestros chicos.”

El martes 29 de este mes se cumplirán 8 años de esta masacre que marcó para siempre a Floresta. Tres chicos nacidos en el barrio fueron asesinados. Podría haber sido cualquiera. Muchos dirán ¿qué tiene que ver esto con el fútbol? Mucho. Por lo menos para los que piensan que un club no es sólo una pelotita y 22 tipos détras de ella. Una institución se construye con la identificación y el compromiso social para contener y unificar a un grupo. Este es un homenaje para Maxi, Cristian y Adrián. Floresta y All Boys jamás los olvidarán.

* Nota publicada en el nº 9 "All Boys y nada más"

* ilustración de Joaquín Maito

Señor periodista:
la VERDAD y el PERIODISMO INDEPENDIENTE no existen. No se mienta ni le siga mintiendo a eso que ustedes llaman "la gente". La verdad como algo absoluto es tener una noción metafísica de ella. El periodismo independiente jamás existirá ya que todos tienen sus intereses. Desde Rodolfo Walsh hasta Mariano Grandona. Deje de ser el principal burócrata al servicio de reproducir la ideología dominante. Seguramente no se de cuenta de esto, ya que quien cree en verdades absolutas es un santurrón que se cree independiente.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Almohada

Hay veces que creo que es culpa de la almohada. O de esa necesidad biológica de dormir. Por momentos creo que es culpa de Silvio, de Pablo, de los cumbieros, de los escritores, los cantores, los novios, los poetas y los amantes. Los días ya no son terribles sino largos y llenos de actividades. Pero sin embargo al terminar y al empezar el día… Una madre que perdió a un hijo hace 8 años me dijo: “Me acuesto y me levanto con Cristian en el corazón”. ¿Será culpa de la almohada? ¿O del corazón?

domingo, 6 de diciembre de 2009

De virar esta tierra de una vez

Cuando consigas y metas piden su paredón,
la palabra es de ustedes,
me callo por pudor.
La palabra es de ustedes,
me callo por pudor.

Socialismo o barbarie

Lo proclamó Rosa de Luxemburgo avizorando la crisis del ’30 antes de ser asesinada. Castoriadis -el filósofo rebelde- retomó el grito de guerra al anticipar la caída del “comunismo” burocrático y opresor. Se pintaron paredes con esas palabras. Se crearon partidos y movimientos. Se alzaron banderas. O salvamos juntos al planeta de su actual proceso de aniquilación o nos dejamos aplastar por el capitalismo salvaje. Socialismo o barbarie. Compartir y defender la naturaleza amenazada o consagrar la muerte en vida para las viejas y nuevas generaciones. En el medio observamos desconcertados y atentos el derrumbe cotidiano. El porvenir es largo. Pero hay que abrir el paraguas antes de la lluvia. Una vez más el paraguas. Socialismo o barbarie.

¡Muchas gracias Luis!

sábado, 5 de diciembre de 2009

Señor Licenciado:
los SERES HUMANOS no son RECURSOS. Seguramente le resulten estériles estas palabras, ya que usted es otro recurso abocado a reclutar seres humanos como si fuesen recursos.

R.F.M.

Cuanto más arriba haya, más abajo habrá también

viernes, 4 de diciembre de 2009

Fiebre

La clase de lógica en filosofía en Puán lo encontró admirado por como ella increpaba a unos militantes de un partido de la facu por haber puesto un cartel de campaña sobre una pintada por la aparición de Luciano Arruga. En otra clase la volvió a ver, esta vez discutiendo teoría con una profesora sobre materialismo histórico. Él la apoyó enseguida mientras los demás compañeros la miraban como si fuese una desubicada. Militaba en MST. La piel blanca, la mente abierta. Él militaba pero en una agencia de contra-información. Se habían prometido birrear y charlar profundamente. Vivían cerca del centro geográfico de la ciudad pero se juntaron en el parque Avellaneda; se sentían más cómodos cerca de los barrios obreros del sur. Entre debates sobre luchas de trabajadores y burocracias sindicales en el país, las comparaciones con los gobiernos burgueses de Chávez y Evo -concluyeron que lo son porque fueron elegidos bajo la democracia capitalista- y lo empíricamente comprobable con las teorías de distintas corrientes teóricas de filosofía. Entre Heineken-Quilmes-Palermo (en ese orden) se sucedieron los debates, discusiones y peleas, hasta que llegaron los besos muy a pesar de que no se gustaban tanto físicamente. A los besos le sigueron las caricias y la entonada de la malta hizo que alguna mano se pierda entre las ropas y las carnes y luego la confesión que lo sorprendió más por lo previsible que por lo inesperado: “Mi novio me debe estar esperando en casa pero no pasa nada. Se debe imaginar que estoy con alguien. Tenemos una relación muy abierta. Si queremos estar con otra persona, nos respetamos. A mí me gustas y por lo menos nos podemos echar medio polvo en esta arboleda”. Por los manifiestos corporales y de sus palabras, llegó a la conclusión que tenía fiebre uterina. Tan pasmado quedó que no emitió más sonido que los gemidos de los 3 medios que se perdieron entre los sauces, robles y la casa de Nicolás Avellaneda.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Oh niña rasta!

Qué locura! Hacía tanto que no sentía algo así. Algo me atrajo. Puede que haya sido el olor a mezcla de desodorante dulce y marihuana, la profundidad de esos ojos rojos café o el escucharte increpando a un policía para que vaya, como mínimo, a la escuela. O tal vez la mezcla de las tres cosas. Quedé mirándote tan pasmado que pensaste que quería de eso que fumabas. Te sorprendiste y hasta soltaste una carcajada cuando te respondí que me pega más la vida y la cotidianeidad. Movías tu cuerpo como una viborita larga y finita que se pasea por mi jardín. Las caderas se encastraban como rastis en mi pelvis y la pollera larga escondía a la perfección tus piernas no tan perfectas que tanto me gustaron aunque al tocarlas se notaba que no te sabés depilar bien. Esas rastas locas y castañas combinaban a tono con los pelos de mi pechio. Jamás hubiese imaginado que tu pasión rasta te llevara a hacerte los dreadlock's en la entrada a Jamaica. Oh niña rasta…! Tan joven, tan flaca, tan rasta. Quizás no te vea más. Tal vez te vuelva a ver en un recital. "La vida es una tómbola". Pero cada día que vuelva abrir la cajita y vea tu rasta castaña entrelazada con la mía, me acordaré de la locura que me hiciste sentir.

martes, 1 de diciembre de 2009

Esos momentos

Son minutos, segundos en que la tristeza contenida se transforma en agua salada que cae de mis ojos. Esos en los que me pregunto ¿por qué? ¿por qué?. Es ese momento en el que tengo ganas de creer en un dios para creeerme una esperanza, en el que se cruzan pensamientos suicidas y en el que me siento un miserable. Son esos en los que te extraño y te necesito más que nunca. Momentos en que la vida no vale nada. En los que otro niño murió de hambre y un hombre fue explotado por otro hombre. Son aquellos en los que todo sería más tolerante si estuvieses a mi lado. Dicen que son momentos. Esos momentos -aclaro yo- en los que no existen respuestas y el futuro es más incierto todavía.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Manu Chao, masividad y sociedad de consumo


El recital estuvo increíble. Manu Chao y Radio Bemba la rompieron. Como siempre cantaron contra el hambre, el racismo, las diferencias sociales, los políticos, las fronteras del mundo y, entre otras cosas, la sociedad de consumo. Para ser más específico, dejaron que una mujer mapuche reclamase por los derechos de los originarios frente al avance voraz de las mineras en la Cordillera de los Andes. También Manu recordó a Luciano Arruga, joven secuestrado y desaparecido por la policía de Lomas del Mirador y criticó el muro en la frontera de EE.UU. y México. “A todos aquellos que algún día perdieron la ilusión. Pase lo que pase, sea lo que sea, próxima estación: ¡¡¡Esperanza!!!”. Estaba lleno de binchas y pañuelos en las cabezas de hermosas mujeres, pantalones y polleras de bambula, rastas y ropa jipi. Toda la producción acorde con el contexto que pregona el viajero grupo. Pero la realidad sale a la luz por más Manu Chao y conciencia social que se aliente. “Todo muy lindo pero… pase lo que pase, sea lo que sea quiero un cuarto de libra doble con queso”, se escuchó a un joven de cerca de treinta años. “Próxima Estación: una Esso.”, se escuchó a otro. Son las consecuencias de la masividad y de esta sociedad en la que repetimos como loros consignas que contradecimos casi al terminar de repetirlas. El recital estuvo increíble.

viernes, 27 de noviembre de 2009

jueves, 26 de noviembre de 2009

36 millones de muertos al año por hambre en el mundo, son 36 millones de mártires contra el kapitalismo.

Skafrica

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Abuela

Las generalidades no siempre son condescendientes con la realidad. Pero las abuelas son… Seguro debe haber alguna soreta. La abuela es…. Es venirse a dormir los fines de semana a casa cuando era niño. A comerse sábados enteros en Merlo, Moreno, Laferrere y La Matanza para ver jugar a sus nietos al baby fútbol. Es la que nos abrió las puertas de su casa cuando no teníamos donde vivir. La que enviudó hace 42 años y sigue, a los 81, siendo el sostén de un hogar. La que lava, plancha, cocina, limpia, sube a la terraza, hace las compras y cría a uno de sus nietos menores. Ella a la que un hijo le niega el abrazo de un nieto, y a la que una nieta le quitó un bisnieto. La que le ponía las medias al boludo grande de su nieto mientras éste intentaba no despertarse. Ella que convivió y padeció bajo su propio techo la separación de uno de sus hijos. La que vive con su ex-nuera y sus nietos. Esa que dice que te abrigues cuando hace 25º y hay 70 % de humedad. Esa mujer del saco marrón abotonado sobre el que hundía mi rostro de pequeño y en el cual reposo lágrimas de amor y de tristezas que me genera este mundo. Gorila “que no le pasó nada en los ’70”, antimenemista, cuasi-kirchnerista. Que se bancó a un nieto preso, a una nieta barrilete y ataques de epilepsia de otro. La que sigue llendo al Monumental solita por Figueroa Alcorta. Esa loca que se apareció en la cancha de Comunicaciones en mi primera transmisión radial. Cocinera de las milanesas, de arroz con pollo, de ñoquis y la saaaaaaalsa. La salsa… La que se enoja cuando encuentra un preservativo y se enfurece si está usado. La que me enganchó con la mano (la derecha justamente) en la masa y se hizo la que no vio nada. Mi ex-compañera de cuarto. Una de las mujeres de mi vida. La que ríe en la foto. La que me hace pensar que todas las abuelas son como ella. Eso espero.

martes, 24 de noviembre de 2009

Wan dei mai drims wil bi rialiti

Un barbudo revolucionario en la cocina es un Chef Guevara.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Peter contra los "conciertos de pelotudos"

Diego Capusotto fue contundente sobre el debate de los famosos entorno al tema de la inseguridad. “Son 'un concierto de pelotudos' que no saben lo que dicen pero lo dicen y le hacen el juego a la derecha, al gorilaje y a todos los que quieren tener un poquito de poder". Además agregó: "son los voceros de una estrategia política mucho más tremenda de lo que vemos (...) llegan a mucha gente y no saben ni siquiera lo que dicen". También comparó a los famosos con un personaje suyo: "Los famosos son como Micky Vainilla, y no es más que el inconsciente de parte de una sociedad que nunca se acuerda de los muertos; de lo único que se acuerda es de blanquearse, en todo sentido de la palabra". "Son funcionales a eso que todavía existe y que generó todo lo que estamos viviendo ahora: famosos que hablan sin saber y que provocan aún más la ira en la gente, que no tienen opinión propia, que son pensados por los medios".



* Las declaraciones fueron extraídas de una publicación de la Revista Pronto

domingo, 22 de noviembre de 2009

Panorama de parque un domingo por la tarde

Negra rasta de cortos dreadlocks roba la atención de dos jipis en el perímetro de 4 mts. cuadrados de mantel. Dos adolescentes surfers, ropa de etiqueta, fuman y conversan como cómplices pecadores sobre la naturalidad de la infidelidad del hombre. Señora madre admira sentada sobre el pasto como su hijo de 3 y su marido corren disfrutando del verde. Un chico con capacidades diferentes saluda insistentemente a todo ser que se cruza; la mayoría o lo ignora o le responde con monocordes. Ronda de ilustradores cristalizan las risas sobre las hojas. Una pareja charla de cara al sol; no hay silencios entre ellos. A su lado, otra pareja no emite sonido y se pierde entre besos, caricias y miradas contempladoras (no se los escucha pero se los siente). Malabaristas juegan con pelotas, clavas y diábolos. A pesar del “barriletes” y algún “sahumerios”, la mayoría de los vendedores apuntan a matar el hambre de los campechanos; se debaten entre “pan relleno”, “empanadas árabes”, “biscochuelos” y “churros”. Alguna compañera andina y la-ti-na se atrevió a vender “brownies divertidos” (sí, así con los dedictos así: “”. Tienen un potenciador de la risa: THC). Cuatro niños corren tras una pelota como los kamikases hacia el terror. Una pareja femenina de adolescentes escucha reggaetón, se acaricia los brazos e intercambia miradas contraídas por la incesante pose de los ojos de algunas señoras mayores que no escatiman en ademanes para expresar “el horror” de los distinto; ante esto se sacuden entre sí todas las hojitas y pastitos, y se retiran. Ella le hace cucharita al aire y él, apoyando su cabeza sobre la curva que más le gusta, lee “La patagonia revelde”.

* foto extraída del diario Clarín del viernes 16 de septiembre de 2006

Temazo de supermercado

sábado, 21 de noviembre de 2009

El palito


Un viejito de barrio

“Las asociaciones vecinales constituyeron la ciudad”

Esta es una entrevista en la que se recorre la historia de Villa Mitre. Raúl Díaz recuerda los orígenes del barrio y del Centro de Fomento. También cuenta de cómo se prepara Ciencia y Labor para el Centenario próximo a llegar.

Raúl Díaz es quizás uno de los hombres más emblemáticos y que más saben del barrio de Villa Mitre y del club Ciencia y Labor. Luce lúcido e impecable a los 76 años. Tiene pinta de tanguero: saco a cuadros marrón en cuya solapa sobresale un pin del escudo de la Nación Argentina, peinado para atrás, bigote bien prolijo, carpeta bajo el brazo y lapicera Pierre Cardín.
Este hombre de las entrañas de Villa Mitre, rememora viejas historias vividas o transmitidas por sus padres a través de esta nota realizada en el club de sus amores donde nos muestra un carnet de almohadilla con las letras borrosas y con una foto de un “pebete de 12 años” con un peinado engominado como el que luce ahora.

¿Qué me puede contar de los orígenes de Ciencia y Labor?

El club se fundó en el año 1917. Lo fundó el sub-comisario de la 35ª (actual 41ª), Juan Fernández. De alguna manera el club se construye jugando a las bochas entre varios grupos de amigos: el que ganaba elegía si ponían los ladrillos y el metro cuadrado de ladrillo o la mano de obra. Eran gente trabajadora, mayormente italianos que huyeron de la 1ª Guerra Mundial, aunque también había españoles y algunos criollos. La primera tanda de ciudadanos que condujeron al club fueron radicales.

Díaz, quien viene a Ciencia desde que tenía entre 10 y 12 años, dice que la historia del club y la del Centro de Fomento y Cultura Villa Gral. Mitre son las mismas. En algunas de las primeras experiencias democráticas del país, los primero gobiernos radicales, en el club hubo un caudillo muy importante que era Arturo Baffico, una gran figura política dentro del partido. De la primera comisión fue presidente Manuel Novo. En aquel momento eran socios honorarios del Centro, el presidente de la república Hipólito Irigoyen, Francisco Beiró, el gobernador de la provincia de Buenos Aires José Emilio Croto, Estanislao Ceballos, Fernando Zaguief, Joaquín Llambías. “Eran muchos apellidos patricios y de los radicales de peso:”.... “ los trajo Baffico para agilizar los trámites para que no se cajoneen algunos pedidos que hacíamos para mejorar el barrio”, asegura Díaz.

Tengo entendido que luego de los radicales llegaron los socialistas al club, ¿cómo fue esa etapa?,
Para el año 1921 los socios del grupo fundador se fueron y fue ahí que se acercaron los socialistas. ‘Así como la muchachada fundadora fue claramente radical, la segunda y tercera generación de villamitrenses fue mayoritariamente socialista’, dice el libro (Historia del Centro de Fomento y Cultura Villa General Mitre). Aún así, nunca vincularon al Centro con actividades políticas que pudieran desviarlos de su fomentismo. La mayoría eran comerciantes, profesionales, artesanos y empleados. Todos de clase media. Eran grandes lectores y compartían su devoción por el trabajo social.

¿Qué papel cumplieron?

Este era un Centro de Fomento para el barrio, y los socialistas fueron los que hicieron las cosas más importantes. Tenían una biblioteca en Nazca casi César Díaz. La biblioteca Chaikoff. Cuando allí había elecciones los que ganaban venían al club, y los del club se iban a allá. Así llegaron al club. Hubo talentos como Celestino Cardaropoli, José Di Bona, quien tuvo la iniciativa de fundar la Biblioteca Popular Ciencia y Labor.

¿Qué papel tuvo la biblioteca en la historia del club y del barrio?

Acá fue muy importante la biblioteca. Tremendamente importante. La mayoría de los estudiantes venían a estudiar o a buscar materiales de lectura. Se fundó el 25 de marzo de 1923. La biblioteca proveía a la mayoría de los colegios con el material bibliográfico. En los años veinte tuvo su mejor época, hubo un gran movimiento de gente, de consultas sobre libros, de préstamos. Fue fundamental para el barrio. De acá salió la asociación de ajedrecistas “Jaque Mate”. La biblioteca estaba entre las 11 más importantes de la ciudad. Antes se ubicaba donde está ahora el buffet. Y luego se hizo el edificio en el que está ahora. Cumplió una función muy importante porque desde ahí se fomentó para implementar obras como el entubamiento del Arroyo Maldonado, la plaza Roque Saenz Peña, las luces, la red cloacal, el itinerario de colectivos. Lo mas importante que hubo en Villa Mitre para el desarrollo de la comunidad fue Ciencia y Labor y en forma mas general y para ser justos, las Asociaciones Vecinales fueron las que constituyeron la ciudad.

¿De qué manera?

En el club se debatía, había grandes discusiones políticas, la participación vecinal era muy importante. Uno de los acontecimientos que mas recuerdo fue cuando ocurrió la famosa inundación del año 30 que hizo un desastre. El club en ese momento hizo un acto muy grande en Belaustegui y Artigas para movilizar al barrio. Hubo mucha gente, los socialistas eran realmente fomentistas. Por eso se le puso Juan B. Justo a la avenida. Las veredas de esa avenida originalmente eran todas rojas.

Raúl no para un segundo. Habla emocionado y constata con el libro para tratar de no errarle con los nombres y con las fechas. “Más que nada el objetivo del club era el fomento del barrio. Hubo gente talentosa que hizo mucho para conseguir cosas: el correo en la calle Luis Viale, el primer Registro Civil. Hubo un periódico que se llamaba Villa Mitre que jugó un gran papel para ello. Lo dirigía Marchese. Hasta que en el 56 se dejo de editar”.

¿En qué lugares estuvo el Centro de Fomento?

En el año 1918 el Centro estaba en Condarco y Cesar Díaz. En el ‘22 cambió de sede a Artigas 1928. Luego se traslada a Nazca 1750. En el año 1926 dirigentes del Centro se entrevistan con el presidente Marcelo T. de Alvear y se regresa a Artigas 1799. Con la gestión del brigadier Cacciatore en los ’70 se les cambió el nombre por Asociación Vecinal.
Raúl desea tanto volver a tener la biblioteca en el club que le es imposible tomar una posición sin fanatismo: “Cuando me fui a Mar del Plata, en el ’54, la dirigencia del club hizo un gimnasio y sacó la biblioteca. Regalaron o vendieron todos los digestos municipales, que decían las calles, sus nombres, cuando se pavimentaron, etc. Se perdió una gran cantidad de material histórico. Cuando volví armé otra biblioteca y conseguí 3500 libros que nos dieron del club que estaba en Gaona y Gavilán. La mayoría eran policías. Jugaban al poker y tenía la biblioteca como tapadera. Y Cuando ese club cerró, traje los libros para acá”.

Este hombre que asegura ser nacido “acá, en el arroyo” desvía la mirada tratando de observar e imaginar aquel viejo barrio de Villa Mitre: “Esto era todo descampado. Villa Mitre quedaba entre la ciudad de Flores y Belgrano. Se conocía por el arroyo Maldonado. Era importante por la Calle de las Carretas (hoy Donato Álvarez), empedradas estaban Nazca, Artigas y Cuenca. Las demás eran todas de tierra.”

En la década del veinte se empieza a urbanizar y el Centro tuvo una gran importancia: “En aquellos tiempos no existían las políticas de Estado. Por eso se pusieron los socios honorarios que pedíamos y trabajábamos por el barrio. Lo primero que se hizo fue instalar el agua corriente, cloacas, alumbrado público y eléctrico. El entubamiento del arroyo Maldonado tardó mucho tiempo en llegar a Condarco, hasta la altura donde estaba el club. Y ahí ‘se armó la podrida’ porque hubo una inundación muy grande en la cual murieron dos chicos. La decisión de Ciencia y Labor fue el entubamiento del arroyo Maldonado y se pidió hasta que se logró. También se consiguieron muchísimos ladrillos para fabricar casas. Y se ‘embromó’ para que se abriera la calle Artigas para que llegara hasta el ferrocarril San Martín. Los asfaltos de las calles son del ’40. Una de las últimas que asfaltaron fue Gavilán. En el 45, 50, con el peronismo adquirió mas importancia esta zona. El contexto de post-guerra ayudó a terminar de urbanizar el barrio.”

¿Cómo se proyecta el club de cara al centenario?

Yo soy de la escuela de los viejos que son puro sacrificio. Hemos proyectado salir otra vez a la calle con el club. Que el club vuelva al barrio. No puede ser que en su centenario Ciencia y Labor no exista. Si fue el que hizo Villa Mitre. Vamos a salir otra vez a la calle porque la contención de los chicos tiene que ser prioridad. Acá, al chico se lo educaba. Si jugabas al fútbol te tenías que bañar, sino al otro día no practicabas. El club tiene que cumplir una función social, cultural y deportiva. Nosotros estamos asociados a dos torneos de fútbol: FAFI y FEFI. Yo siempre estuve en contra porque ahí es donde se venden a los chicos. Entonces los chicos no vienen a disfrutar, el padre quiere que el pibe sea Maradona y los pillos los usan. La base fundamental no es ser competitivo sino ser deportista. El chico tiene que venir para disfrutar.

¿Y el gobierno de la ciudad podría ayudar a este objetivo?

La comuna se ha olvidado de las Asociaciones Vecinales. La contra que tienen son los CGP (Centro de Gestión y Participación). Porque las 15 comunas que van a hacer es todo política, mentira que es para “los vecinos”. Son unos atorrantes. Antes, los Centros de Fomentos teníamos que mandar tantas cartas por año para que te den un subsidio chico, ya sea por cualquier cosa, por ejemplo una lamparita. Eso lo reemplazaron indirectamente los CGP, pero la mayoría de las veces, te dan algo si le sacan rédito político a lo que hacen

¿Entonces qué medidas concretas piensan tomar para que los chicos del barrio vuelvan a Ciencia y Labor?

Traer una mesa de ping-pong, metegoles, pero sin ficha. Nada de pagar por el metegol o para jugar con esas maquinitas que desvirtúan toda la esencia de la criatura. El chico tiene que crecer sano. Apuntamos a eso. A tener computadoras, poner una maestra de apoyo y a que todos los colegios del barrio usufructúen del gimnasio. Un club es para contención del chico que va al primario, para el que va creciendo. Ese chico en el futuro va a ser socio y a participar en las actividades del club. Con el fútbol competitivo no, porque los traen para que sean cracks y cuando ven que lo pueden ubicar en otro lado se lo llevan y te quedás sin juventud. Tuvimos serios problemas de juventud por las malas políticas sociales de muchos dirigentes anteriores. Este fue un club bastante cerrado durante los últimos años. Ahora se está abriendo otra vez. La CD actual asumió hace unos meses y apunta a eso.

¿Cuál es el rol político que debería ejercer un club?

Por ejemplo ir a la Dirección de Cultura para ver que programa tiene para traer, ya sea para hacer conferencias, cine, elevar la cultura del barrio. No importa que no tengan la intención de fomentar genuinamente la cultura, porque tratan de especular políticamente. A eso lo llaman voto. Nosotros estamos en otra cosa. Tenemos que traer un médico, un pediatra, una abogada. Esa es la función de un club. Conseguir cosas para los vecinos e integrarlos.

Usted que tiene tantos años en el club ¿nos podría contar alguna anécdota?

Cuando fue lo de la epidemia de poliomielitis salimos a pintar todas las calles, los cordones y los árboles de cal. Eso lo hizo Ciencia y Labor. Otra fue cuando el colectivo 22, que era de la Corporación, se incendió en Tres Arroyos y Andrés Lamás y murieron todos carbonizados. Nunca más funcionó. También en la esquina de Artigas y Cesar Díaz, donde antes estaba el colegio República de México, Quinquela Martín siempre venía a pintar. Un recuerdo muy lindo es cuando en la plaza Roque Saenz Peña, que quedó muchos años fue un baldío con terraplén, venía el ejército de Palermo con la caballería y paraban en la plaza para seguir para Campo de Mayo. Allí la gente vendía pastelitos para hacer unos pesitos.

¿Recuerda los nombres viejos de algunas calles?

Luis Viale se llamaba Monje. Artigas, Sudamérica. Donato Álvarez, Bella Vista. Belaustegui, Monte Dinero. Tres Arroyos, Montes Mont. Galicia, Virgen. Remedios Escalada de San Martín, Deseado. César Díaz, San Sebastián. Margariño Cervantes, Esperanza. Camarones y San Blas, Médanos. Esos eran todos los cabos del sur, cabos geográficos, marítimos. Gaona y Jonte se llamaron siempre así.

A pesar de recordar con nostalgia el pasado del club y del barrio, asegura que el artista más conocido que tuvo el barrio es bien contemporáneo: “Y… Pappo. Los Napolitanos tenían la fábrica de caldera en Juan B Justo entre Artigas y Buffano. Carlos fue un gran jugador de fútbol de Atlanta, jugaba de half. Y el hijo después tocó la guitarra y se hizo muy conocido. Otro fue Pugliese de la orquesta de D’arienzo. También fueron importantes: Adolfo, José, Raúl, Rosita y Elba Verón. Eran de orquesta típica.

¿Qué espera usted en un futuro de Villa Mitre?

Acá hubo un problema. El barrio se paró cuando Cacciatore quiso hacer la autopista por César Díaz. Se frenaron las construcciones, nadie sabía que iba a pasar porque se iba a cambiar toda la fisonomía del barrio. Al barrio le falta un correo, una telefónica. Una de las últimas cosas que hizo el club fue lograr que pase el 113 por la esquina. Vamos a proyectarnos en cultura y en movimiento de los chicos. Hay que reactivar la biblioteca y hacer que el club vuelva a ser la casa de los chicos del barrio. Se esta sumando gente nueva con ganas de construir un futuro mejor para la institución y el barrio y eso es muy bueno.

* Nota publicada en El Adán de Buenos Ayres

jueves, 19 de noviembre de 2009

Mesitas, inundación y final bizarro

Los negocios son complicados. Están atados a reglas casi metafísicas como las del mercado, la demanda e incluyen principios como los de racionalización del gasto, maximización de la ganancia y tantas otras tantas barbazadas que los pseudos-científicos que son los economistas intentan explicar. Son difíciles, no me gustan y, aparte, en verano el bar requiere “incómoda presencia” (nada de ojotas, pantalones largos y remera formal). Más allá de la cuestión, las ventas no venían bien pero no se nos ocurría (tampoco me esmeraba) qué hacer para atraer gente. Si quería que levantase el bar, tenía que empezar a pensar como un CCC (no como militante de la Corriente Clasista Combativa sino como un Cerdo Comerciante Capitalista). Fue así que se nos ocurrió lo de poner mesitas en la calle. ¡Claro! Ahí estaba: verano-calor-sol-mesitas-licuado-cervecita = clientes. Clientes: vieja con caniche-parejita de viajeros-borracho joven-morocha escotada = arriba el bar!
No nos animábamos a ponerlas pensando en los inspectores, en las multas y todas las trabas que mete el Estado para recaudar y así tener los medios para seguir reproduciendo el status-quo. Por fuerzas mayores lo tuvimos que hacer igual.
La lluvia del viernes 13 de noviembre pasado inundó muchas partes de la ciudad. Una de esas fue Floresta. Justamente en Segurola y Juan B. Justo está el bar. Bajo la avenida J. B. Justo está entubado el Arroyo Maldonado y ese día el arroyo se metió adentro del bar casi medio metro. Se perdió mercadería, horas de trabajo... En fin, plata, nada importante.
Si algo tuvo de bueno fue que el efecto mesita fue casi sintomático. Entre todo el aglomerado de mesas y sillas apostadas sobre la vereda y, mientras sacabamos el agua, el barro y las hojas de adentro, se acercó un joven: “¿Puedo tomarme una birrita mientras limpian?”. Salió una Stella. Luego dos señores mayores: “La máquina de café también se mojó? ¿No? Entonces haceme dos cafés.”
El final es casi una escena surrealista y bizarra: un mozo barbudo, descalzo, con pantalones arremangados y en cueros bandejeando.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

domingo, 15 de noviembre de 2009

Un asado jipi

Se empieza a cocinar a las 23:30. Se lo hace con troncos de algún árbol de madera propicia arrancada de la calle. Es un patio colmado de bicicletas: desde una aurorita hasta un montan baik de 18 cambios. Tiene a un asador con rastras y la cara negra del carbón. Se hace con ayudante de cocción que calce un sombrero onda Miguelito Jackson. Lleva un popurrí de carnes: choris de carne y de cerdo, morcilla común y vasca, mollejas, chinchus, bondiola, asado, vacío, tapa, pechito, etc. Es de todo un poco, un bocado de cada cosa para cada cual. Conlleva una alternativa para vegetarianos, entonces se prepara especialmente unos patis de puré de arvejas mezclados con mijo y cereales. Se come a la 1, 1:30. Disfruta de una serie de invitados, pero al que se suma sin aviso se lo acepta sin resquemor. Sale barato. Se compra en un frigorífico de Mataderos. Cuesta diez pé por cabeza. Es la mesa servida en planta baja y todos comiendo con los garrfios alrededor de la parrilla en la terraza y llenos de humo. Tiene vasos que son frascos de mermelada y las jaras como dos termos de aluminio para mate. Se acompaña con vino de damajuana, con fernet Branca o Capri, da igual. Se corteja con una ensalada no es tal sino una serie de recipientes apostados en una mesa: uno lleno de tomates de la huerta del hogar cortados en rodajas y en cubos, otro de habas también de planta propia y uno gigante de garganzos. Posee sus vedettes del acompañamiento: las papas, batatas y cebollas cocinadas sobre el carbón, negras de orgullo, las cuales se degustan sin pelarse, de mano en mano, de boca en boca. Es los dedos grasosos que se pasean tanto por las carnes, los panes y los vegetales como por las cabezas, las ropas y la piel de los compas los cuales se abrazan y se dan cariños; una clara muestra de hermandad. Es se agradecer entre risas al asador, a las plantas de tomate y habas y hasta a “los animalitos que se prestaron a ser víctimas para tal acto de unión”. Los halla, entre juegos de cartas, flores y vinos, de sobremesa en una gran charla sobre recuerdos de viajes, reuniones de militancias, comentarios del IUNA y la organización de un casamiento en un camping donde todos asistirán con carpas. Conlleva sus efectos: a algunos los vence el sueño, el alcohol, el faso (o la mezcla de todo eso) y se reposan a dormir sobre el sillón comedor sin recibir la más mínima molestia o burla de los demás. También tiene postre: un tacho traslúcido relleno con tricolor de crema, biscochuelo y chocolate, el cual se degusta con una sola cuchara y así se sigue compartiendo la saliva de los 15 ó 20 asistentes. Asume su final, osea el momento en que algunos se van y se despiden entre abrazos y besos con restos de comida, trastabilladas producto del alcohol, ojos achinados y el olor en la ropa de un asado único y peculiar.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Apoyo, y hasta le hago el amor, a la lucha de los trabajadores del subte si de manera fálica se interpretase la palabra "apoyo".

martes, 10 de noviembre de 2009

El sol es tan lindo y vergonzoso que no deja que lo miren a los ojos

lunes, 9 de noviembre de 2009

Si se lo imagina se puede

"Debes decir que soy un soñador. Pero no soy el único..."

domingo, 8 de noviembre de 2009

Perra

Me vistes despedir a una amiga y no dudaste ni un segundo. Te pegastes a mí como la primavera al 20 de septiembre. Caminaste, me seguiste a la par intuyendo o tratando de saber hacia donde iba mi humanidad. Mirá si serás, eh! Movías el culo como una gran profesional de la esquina. Dando lástima con esa mirada de pobresita… La piel negra y opaca de mugres de veredas y calles. Eras toda una tentación. Daban unas ganas de pasarte para adentro de casa… Pero mi madre jamás aceptaría ni siquiera un encuentro fugaz contigo, prefiere a las gatas.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Día en Condicional

Hoy podría ser el día que no es. Ese el cual mi agenda no marca porque tiene arrancada la hoja. Hoy podría ser un día feliz. Con cena afuera en un lindo lugar o comiendo un paty grasiento en algún sucucho. Podría ser el día de otro año de amor. De besos y caricias. De promesas de amor eterno. De proezas lujuriosas en un hotel. Podría ser un día en Presente Perfecto, pero no puedo más que hablar en Condicional. El presente refleja que es un día más. Que compro dos leches condensadas y medio kilo de membrillo para que la chef del bar haga una pastafrola. Que una profesora intenta explicarme antropología de consumo, que me vence la boleta del celular y que estoy escribiendo estas líneas en vez de disfrutar el día que podría ser y no es. Un día para decirte lo mucho que sos en mi vida. Esto último no fue escrito en Condicional. El sentimiento jamás lo es. Y es lo único que no es condicional en el día de hoy.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Sensación



En estos días el tema que impusieron los grandes grupos mediáticos fue el de la inseguridad. Y en la ecuación, uno de los componentes del resultado de la "inseguridad" son los menores. La lógica mediática sería algo así: menor + pobre + droga = inseguridad. Si usted, querido lector, quiere escuchar algo más sobre esta lógica, solo sintonice C5N por la mañana.
Por otra parte, en un libro editado en 1998, escrito por Eduardo Galeano, titulado "Patas para arriba", lejos de enmarcarse en un momento coyuntural como el anterior descripto, escribió algunas palabras que también explican el rol de los menores pero desde otra perspectiva. En un apartado relata las formas actuales de educar a los niños. Expone algunas grandes diferencias entre "los de arriba, los de abajo y los del medio". Referiéndose a los de abajo comenta que, en su mayoría, una parte de los niños pobres trabajan fuera de la ley y de las estadísticas. "¿Y los demás niños pobres? De los demás, son muchos los que sobran. El mercado no los necesita, ni los necesitará jamás. No son rentables, jamás lo serán. Desde el punto de vista del orden establecido, ellos empiezan robando el aire que respiran y después roban todo lo que encuentran." ... "En el Primer Congreso Policial Sudamericano la policía colombiana explicó que el aumento cada día de creciente de la población de menos de dieciocho años, induce a estimar una mayor población POTENCIALMENTE DELINCUENTE (Mayúsculas en el documento original.)"

Una es una versión análitica de una realidad histórica. La otra es impuesta como una sensación actual, nueva. Algo así como un brote que hay que resolver. Quizás pueda darse cuenta de esto último, cuando mañana al prender el TV en TN pueda ver que "lo último", "lo nuevo" es el ataque al "periodismo independiente".

domingo, 1 de noviembre de 2009

Profesional II

Viernes por la noche. Morón y Bolivia. Hospital Álvarez. Zona roja.
-¡Ay! ¡Qué rico! ¡Una cerveza!
-¿Querés un trago?
- Bueno. Dale.
Bebe.
- ¿Mucho trabajo?
- Más o menos. Hoy hasta el culo hay que romperse para ganarse el mango.

sábado, 31 de octubre de 2009

Asesinos del mundo...

Recaída

Hoy la barrera de la tolerancia fue destrozada por el llanto desconsolado.

viernes, 30 de octubre de 2009

Salvavidas

Apareció ante mi cuando menos lo esperaba. Lo divisé lejos, allá por el horizonte. Los brazos ya no me daban más de tanto nadar. Desde hacía varios meses, la tormenta y las olas venían pagándome tal como si fuese bola de flipper. Y ahí se lo vió. Ahora más claro. Llenito de aire, flotando y riéndose de la tempestad. No pude no ilusionarme. Ya imaginaba pisar tierra firme con sólo ver esa esperanza. No veía la hora de apoyar –por fin- los pies sobre el piso. Nada podía ser mejor. Eso creía. Aparte de lo que significaba, era hasta lindo. De colores claros y transparentes. Ya casi podía disfrutar de la salida de este ciclón. Pensaba en los días de sol, de pasto, de mejillas tostadas, de sentirme mojado por el sudor y no por el mar y la lluvia. A medida que más me acercaba, más maquinaba mi gorra. Era casi indescifrable saber si alimentaba la ilusión de salir de este naufragio o si ya me era insostenible soportar esta tempestad que había construido yo mismo con mis lágrimas. Ya casi me separaban unos ínfimos centímetros. Fue así que tuve un atisbo de co-inconsciencia. La relación salvavidas-naufrago no podía no tener sino un final misceláneo. Y se alejó. O me alejé de él. O lo alejé de mí. Antes había dejado atrás una balsa, una isla y delfines por razones parecidas. Me resultaba insoportable cualquier utilización para salir de esto. No lo toleraba. Y no podía mentirme. Y menos a quien me había ofrecido su condición en esta situación. Fue un acto de sinceridad. Sincericidio dirán algunos. El salvavidas, decepcionado, siguió flotando. Buscando dentro de ese mar lleno de naufragos que es la vida. Yo, al fin, me di cuenta que la única forma de atravesar esta tempestad de manera honesta, es enfrentándola con mis propios medios: nadando y dejando de retroalimentar este océano de lágrimas.

martes, 27 de octubre de 2009

El otro por Paula Ferro

“Hola, cómo estás”, digo poniendo un ladrillito entre mi ciudad y tu pueblo. Y mientras espero la respuesta obligada y respetuosa, cruzo un poco los dedos para que alguna palabra inadvertida te desate alguna anécdota. De esas que me invitan a escuchar enamorada, embebida en tu historia y en el amor pasajero de tu vida precaria y perfecta. Tu vida, o tu forma de decir quizás. O mi predisposición a escuchar también. Puede ser, qué se yo.
En esta charla sin nombres reafirmo mi acento distinto. Te acepto un mate. “Tomo como tomes vos”. No me lo hagas a gusto. Mi gusto se equivoca. Prefiero que me des de lo tuyo, que no amoldes tu tonada a mi ropa. No busques usar mi expresión ni parecerte. Prefiero tu confianza oriunda, siempre con la puerta abierta a lo diferente. Porque las vidrieras de la ciudad me hacen espejo en todas partes. ¿No entendés que en tu particularidad tan distinta encuentro arte? Ni mejor ni peor, aunque... Sí, seguro que mejor. Una belleza menos maquillada. Un banquito medio chueco y una casa perfectamente no decorada.
No me des de mis locales, ni de mis productos con conservantes, ni me hables de que conocés mis pagos... Todo lo que vos tenés sin darte cuenta, basta para que vivas cada día de tu vida enamorado. Y quizás yo vengo para hacer contraste. Como ese dolor de panza tan fuerte, que hace a uno valorar los momentos en que te sentís normal, y hasta anhelarlos... Pero después el dolor se va y el sueño realizado de normalidad te vuelve a hacer sentir como que te falta algo.
Me siento con vos. Quiero escucharte. No interesan mis anécdotas. Ni pienso una respuesta. Solo escucho. Y aunque no lo creas... es mucho. Por un momento me inunda una felicidad sencilla, que no está esperando ninguna hora ni está pensando en comprarse zapatillas. Y reflexiono: “¡Qué bueno esto! ¿No?”. Tendríamos que hacerlo más seguido.
Luego de unos días armo el bolso. Creo que el descanso fue suficiente. Vuelvo a mi ciudad, a mi asfalto. Y está bien también. Y eso no le quita el valor la ropa, ni los autos nuevos, ni el helado caro. Mientras que no me deje abordar por la música loca o las bocinas histéricas. Y entiendo que lo lindo no está en las cosas, en la belleza de moda o la tecnología... Que estén o no estén no cambia nada. Mientras que yo me acuerde y no me abrume por estas competencias desaforadas... No me lleva la corriente, prefiero pescar sentada a un costado. No te digo que no me llaman la atención las luces, pero no las miro mucho porque a más de uno han dejado hipnotizado.
Te saludo. Ya me tengo que ir. Me voy sonriendo. Somos distintos. Y no está mal ni bien. Va más allá de lo compatible. Lo tuyo se valora. Lo mío también. Y así debe ser. No te amoldes a mí. Prometo no volver con acento. No te voy a excusar mi barrio, ni pretendo inventarte un cuento. Y no cambiemos. Vos acá y yo allá. Pero de vez en cuando descansemos y con unos mates de por medio, charlemos.

lunes, 26 de octubre de 2009

A pesar de ser hermanos nos miramos con temor...




El nacimiento de un mundo se aplazó por un momento.
Un breve lapso del tiempo, del universo un segundo.
Sin embargo parecía que todo se iba a acabar
con la distancia mortal que separó nuestra vidas.

Realizaron la labor de desunir nuestras manos
y a pesar de ser hermanos nos miramos con temor.
Cuando pasaron los años se acumularon rencores,
se olvidaron los amores, parecíamos extraños.

Qué distancia tan sufrida, qué mundo tan separado
jamás hubiera encontrado sin aportar nuevas vidas.
Esclavo por una parte, servil criado por la otra,
es lo primero que nota el último en desatarse.

Explotando esta misión de verlo todo tan claro
un día se vio liberado por esta revolución.
Esto no fue un buen ejemplo para otros por liberar,
la nueva labor fue aislar bloqueando toda experiencia.

Lo que brilla con luz propia nadie lo puede apagar,
su brillo puede alcanzar la oscuridad de otras costas.
Qué pagará este pesar del tiempo que se perdió,
de las vidas que costó, de las que puede costar.

Lo pagará la unidad de los pueblos en cuestión,
y al que niegue esta razón la historia condenará.
La historia lleva su carro y a muchos nos montará,
por encima pasará de aquel que quiera negarlo.

Bolívar lanzó una estrella que junto a Martí brilló,
Fidel la dignificó para andar por estas tierras.
Bolívar lanzó una estrella que junto a Martí brilló,
Fidel la dignificó para andar por estas tierras.

domingo, 25 de octubre de 2009

Tempestad

Cuando se está en una tempestad marítima, cualquier cosa que se presente puede ser una esperanza. Sea lo más maravilloso o lo más inocuo. Una balsa, un salvavidas, un delfín, una botella con un mensaje dentro. Llegué a divisar una esperanza. Un salvavidas. Lo pinché con mi filoso anillo de la verdad antes de poder alcanzarlo. Ya no hay ni el atisbo de la más mínima esperanza. Ahora sólo me quedan dos fuerzas, la de mis brazos y la de mi voluntad, para poder atravesar y salir de ella.

Inseguridad y coerción estatal

Hubo un asesinato atroz. A sangre fría. Inconcebible. Fue en el Tigre y la víctima, un joven de 18. Enseguida los grandes grupos mediáticos se hicieron eco de la noticia poniendo énfasis en eso que llaman “inseguridad”. Inseguridad que sienten “los vecinos” o “la gente”. Las declaraciones de esas personas que llaman gente, siempre que ocurren estos asesinatos violentos e injustificables, son significativamente parecidos: “Que esto no puede seguir así. Que hay que aplicar pena de muerte. Que el ojo por ojo, diente por diente.” Y lo más sugerente, esa premisa sintomática de que “no les gusta trabajar y que por eso roban y matan.”
En la esquina donde convergen las avenidas J. B. Justo y Gaona, al costado de una plazoleta, dos adolescentes trataban de ganarse una moneda limpiando. Utilizaban la típica botellita de plástico con detergente y agua a cambio de una moneda para hacerle fuck-you al mercado que siempre les dio la espalda. Eran dos chicos. De carne y hueso. Respiraban, hablaban y tra-ba-ja-ban. No entregaban boletas ni ticket. Será por ello que aparecieron los empleados del Estado. Esos encargados de ejercer la coerción. En cuestión de segundos así lo hicieron. Bajaron de un coche. Eran, quizás, tan o más morochos que aquellos jóvenes. Manos proletarias arriba, medios de producción al suelo. Apertura de piernas, manos represivas a los bolsillos. No hizo falta la violencia física para que los blues aleccionen. Insultando y mascando bronca se fueron los jóvenes. Riéndose, blasfemando, jocosos, sobradores y contentos se fueron los funcionales.
Los asesinatos son injustificables, pero no poder ganarse el mango dignamente también lo es. ¿La inseguridad de “la gente” tendrá relación con esta coerción para con los “desocupados”?

jueves, 22 de octubre de 2009

Infiel

Creo que el 106 es el colectivo que más me tomé en mi vida. Al primer colegio, al segundo, a la plaza, a lo de la novia, a la cancha, a otros tantos lugares. Sin embargo tan fiel que es conmigo, lo engaño. Cada vez que tengo que optar, cuando coinciden en el tramo, me decido siempre por el 181. Pasa menos, lo espero más, los coches son viejos y tienen poca luz. Viaja, generalmente, poca gente y muy diferente a la del 106, quizás porque va y viene del conurbano y ni roza eso que es el centro neurálgico de la Gran Ciudad. Es un colectivo desfachatado. Los choferes no visten uniforme, algunos tienen pelos largos, otros remeras agujereadas y hasta alguno, una vez, se animó en la madrugada a encender un porro mientras manejaba. Otro, un pelado al volante con cara de pocos amigos, al volver borracho de algún lado y sin un metal para poner en su ranura, nos dejó pasar con sólo un petitorio: “Si sube el chancho, lo cagan bien a palos”. Su motor hace un hermoso y ensordecedor ruido, cuando frena sus campanas chiflan como cuando sale un equipo visitante en una cancha de ascenso, las puertas se abren con el mismo sistema que hace 10 años, los asientos siguen siendo de caños rellenos de goma espuma y recubiertos con cuerina que hay veces ausencia por su brilla. No cambió su color desde que de chiquito me lo tomaba para ir a lo de mi abuela. Tampoco cambió su recorrido. Desfachatado y rojo, subo, lo abarco y gozo de todas sus carencias materiales y de su cómoda incomodidad. En él disfruto de todo lo que no me ofrece y me siento el infiel más feliz y libre que hay.

martes, 20 de octubre de 2009

Que los cumplas feliz

Movela con Daniel. Dale Daniel! Dale Daniel! Dale, dale, dale, dale, dale Daniel!
Que los cumplas feliz. Que los cumplas feliz. Feliz...

lunes, 19 de octubre de 2009

Viaje al empirismo

Pensó que no hablaría más con ella. Mucho menos que la vería. Ya hacía como dos años o más que no sabía nada, aunque el calendario cristiano estaba empeñado en señalar que eran meses. Era el almanaque el que no sabía nada. Una tarde su teléfono sonó. Al primer llamado no respondió. Al segundo sí. Quedó callado al volver escuchar su voz. Sus respuestas eran monosílabas y de sus ojos caían lágrimas. La extrañaba. Mucho. Demasiado. Esa misma noche tocaba aquel dúo jujeño de folklore que tanto los hacía recordar aquel viaje. Ambos sabían que quizás se cruzarían allí. Que viajarían. De ahí el llamado. Quizás para que viajasen juntos. Y así fue. El joven de barba guevarista pensaba que vería a una mujer distinta, a la antítesis de esa a la que él había amado. Creía que había mutado a una versión de burguesa seudo-progresista. Quizás era su deseo para poder olvidarla y que así cayera de ese altar del que no podía derribarla. Ese altar eran todos sus pensamientos, el mismo tic-tac del reloj. Mientras la esperaba se rascaba su barba contra una pared de concreto y escuchaba el sonido del bombo y el palo de lluvia, al mismo tiempo que una Quilmes amenizaba su angustia oral. Hasta que –al fin- la suavidad y calidez se posó en forma de mano sobre su hombro. Atinó a reírse y muy lentamente viró para volver a posar su mirada sobre ese ser que tanto lo había hecho feliz. Fundiéronse en un abrazo como lo hacían en tiempos viejos aquellos. Lloráronse hasta untarse las aguas y secreciones en sus caras. Sintiéronse como siempre y como nunca habían dejado de hacerlo. La vio igual. O más linda aún. Sensible, descarada, dulce, emplumada, alada, eterna. Le acarició todas las partes de su cuerpo, la miró, la vio, la observó, la ojeó. La besó en todos los rincones de su rostro, a excepción de su boca. Ella deseaba que él le inundara el paladar con su lengua, pero no podía serle infiel al que la coteja en la actualidad. Pero qué importaba un beso cuando podía sentirse que, a pesar de los terceros, su amor estaba intacto. Ya la peña, la música, las doscientas personas que los rodeaban quedaron sólo para contextualizar. Nadie entendía por qué esos dos locos sentimentales lloraban, bailaban, cantaban, se acariciaban, besaban, reían, volvían a llorar y luego a reír otra vez. Es que el amor y la felicidad a veces no hacen el mismo viaje. Ella sale con otra persona con la cual está intentando ser feliz y él conoció a alguien que es un salvavidas en la tempestad oceánica en que se convirtió su vida sin ella. Se dijeron cosas que nunca imaginaron: Yo lo hice con él. Y yo con ella. En su casa fue la primera vez. La mía también. Yo me acordé de vos en aquel momento. A mí me pasó igual. También se compararon y, de alguna manera, salieron respectivamente vencedores respecto de sus nuevos compañeros. Sin embargo, a pesar de tener los sentimientos intactos y recíprocamente inalterables, para ellos la realidad es empíricamente contraria al sentir. Ambos están mejor separados. Muchos dijeron que el recital fue un viaje al Norte. Para ellos fue un viaje al pasado o, mejor dicho, a un presente lleno de sentimientos mutuos donde la felicidad y el amor recorren diferentes caminos y en el que la realidad es empíricamente contraria al sentir.