miércoles, 9 de septiembre de 2009

Seguir el Norte

Estaba desolada. Veía su objetivo lejos. Muy lejos. Un día buscó una bici y se echó a andar. Quiso creerse que la bici la llevaría hacia allá en tiempo y forma. La bici tomó por colectora, caminos de tierra, imperfectos y sinuosos. A veces se pinchaba, se le salía la cadena o se desviaba. Otras se echaba a contemplar bellezas y tristezas de este mundo.
Un día el biciclo se estancó en un barrio bien. Después de tanto andar, ella estaba impaciente por llegar a destino. En eso pasó un auto que iba para el mismo lado, le agradeció a la bici por el trecho recorrido y, acomodada en la butaca, partió a toda velocidad hacia su Norte por la asfaltada y señalizada autopista. La bici, buscadora, siguió recorriendo las calles de tierra y las imperfecciones de los rumbos inciertos. Prefirió seguir pedaleando a sentar cabeza y ponerse un motor encima. Todos -ella, bici y coche- siguieron su Norte.

2 comentarios:

  1. Importante. Eso de seguir el Norte. Parece necesario.
    Te recuerdo de TEA, aunque te recuerdo con menos barba. Te mando un abrazo y te felicito por el blog.-

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  2. Gracias. Yo no te recuerdo por tu nombre, quizás una imágen podría ayudar más pero en tu blog no hay. Otro fraternal abrazo.

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