martes, 22 de septiembre de 2009

La primavera…

La primavera... La primavera... Esa estación llegó. Como una revolución, ella es capaz de generar miles de cambios y sensaciones que suceden casi sintomáticamente. Novios que se regalan flores, poetas inspirados, adolescentes ebrios en los bosques de Palermo, mujeres que dejan de tapar piernas y escotes y hasta alérgicos que estornudan contentos. Mientras tanto, el mundo sigue girando con toda su porquería. Los pobres siguen sin poder pensar y comer, los oprimidos atados, los sabios e intelectuales alienados, los amantes castrados, los vencidos resistiendo. Que esta época revolucionaria de potencia creativa, visual y experimental sirva para que fluya el amor. Ese amor subversivo que arrase con la mierda, y no que quiera intentar taparla con flores hermosas recién brotadas.

2 comentarios:

  1. comparto tu postura! Me gustó mucho! Llegó la hora de una verdadera revolución del amor!
    ¿Quién quiere flores?
    Besos!

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  2. primavera...regalen más forros y menos flores. Eso sería revolucionario.
    Abrazo.-

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