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Sir Ken Robinson es un experto internacional en el desarrollo de la creatividad, innovación y recursos humanos. Es actualmente asesor principal al Presidente del J. Paul Getty Trust en Los Ángeles y tiene muchas nomenclaturas y premios que instituciones mundiales le reconocen su labor.
“¿Matan las escuelas la creatividad?”, así rotuló Ken Robinson a su conferencia. En ella afirmó su pregunta con solidas teorías y pensamientos. Entre otros temas se expusieron: la creatividad humana; la relación que hay entre la educación, la creatividad, las sociedades y el tiempo; la capacidad de innovación que tienen los niños; la inteligencia; la función del humano y la función escolar. Si bien el mismo Ken dice los temas de los que hablará, abarcan a muchos más, de hecho creo que el tema principal es “el ser humano”.
Su conferencia no especifica especialmente los rasgos del hombre como especie, tampoco las teorías de su origen, en cambio sí muestra “la libertad” que un niño que aún no esta completamente sumergido en las normas sociales, que no tiene ideas claras de qué es, ni quién, ni por qué.
Simplemente el hombre es, por eso no se esconde y muestra su creatividad, su ingenuidad, su verdad. Luego crece y pierde su espontaneidad, su natividad propia, la libertad de ser.
Justamente creo que tiene que ver con la idea social del por qué vivir, del sentido de la vida. El modo en que el mundo funciona en este momento -política y económicamente- hace que el hombre, a partir de que nace, se prepare para poder obtener un trabajo con el cual mantenerse a él y a sus hijos, que luego harán lo mismo. Así la especie seguirá viva y esa es la idea de vivir. Osea, el simple ciclo de la vida: el hombre nace, se reproduce y muere. Esta parece una noción añeja pero, si la analizamos empíricamente, en la realidad actual no es tan alejada.
En los colegios justamente se enseñan “verdades” y se exponen como tales: absolutas. No se incentiva la búsqueda, la exploración de la propia verdad o la construcción de una realidad. No se fomenta el desarrollo de uno mismo como ser y no como tener, si no que se dan ideales para elegir. Esto escueta la creatividad, la imaginación y la libertad. Es posible que sea más fácil vivir dependiendo de otros porque uno no se hace cargo de uno mismo, está justificado. Pero donde existe la justificación existe el error. El error no existiría, si existiera la libertad.
Ken Plantea que la alfabetización es tan importante como el desarrollo de la creatividad, donde seguimos “creando” un futuro y presente que no aparece. Es como quedarse estático, ya que el futuro es el presente y, si no se empieza a modificar ahora el futuro, ya está destinado a permanecer igual o peor.
Si bien uno piensa que la base del mundo es la educación, podemos ver con claridad que ésta no lo es y que tampoco puede ocurrir que la educación cambie y el mundo no, porque justamente la educación es un futuro-presente, y la sociedad y la educación son funcionales unas a otras.
Creo que en Argentina la educación esta bien ligada con la situación particular de cada pequeño lugar. Y el lugar que cumple el país dentro del mundo y del sistema. Por estas mismas circunstancias se revalorizan valores, o no, cambia la perspectiva de la vida y de su sentido. El esfuerzo para conseguir, o no, cosas vitales hace que la educación cambie también su significado. Hay lugares en donde la educación no pasa por una institución, y lugares que sin un papel que certifique el estudio en una institución, uno no tiene valor.
Creo que todos estamos así por el sistema de producción en el que vivimos. Otra sería la historia si tuviésemos otro modo de vida menos perverso. Estamos manejados por el dinero, somos esclavos de él por lo cual nunca seremos libres mentalmente, y por eso en cada lugar del país y del mundo la vida tiene un significado distinto y otro valor, por la condescendencia. Por eso si desde un principio a los niños les sacan su exploración, su descubrir, su ingenuidad, su libertad vamos a seguir atados a esto que somos y empeorando seguramente.
En Argentina se ve esto claramente, la educación institucional se va modificando por las necesidades sociales que son funcionales al poder imperialista, y nos convierten en seres individualistas. Somos parte de esto, lo odiemos o critiquemos, porque no llegamos a hacer lo contrario, o no lo construimos, porque estamos respaldados, justificados por montones de cosas mayores a nosotros. ¿Hasta qué punto uno aguanta la mirada hostigadora del otro por elegir sin sentir la presión de un error fatal, que no es mas que una mentira pero que se siente tan real como la soledad que esto podría generar, o la degradación hasta inventada por uno (instaurada socialmente) de este error?
Todo es relativo. Y todo tan chiquito como gigante. Es uno quien le da el valor, solo que si es reprimido desde chiquitito va a costar un largo camino encontrar un sentido de ser y de hacer.
Por eso coincido con lo expuesto por Robinson y pienso que si bien en Argentina no hay una educación bancaria tampoco sea liberal. Creo que estamos en un momento de transición donde la educación se acomoda a la sociedad en cada lugar, por eso todo es tan ambiguo y por eso creo que no se puede hablar de “una” educación. Igualmente puedo afirmar que en la escuela hay una falta de “apoyo creativo”, por decirlo de alguna forma.
Hoy no se busca que los chicos descubran sino que aprendan como “es”.
Amanda Linares