domingo, 11 de abril de 2010

Compañera

Cuando entristece el hambre, la explotación y la injusticia de este sistema. Cuando realmente apena el mundo, desearía que una jipi-bolche tome mi cabeza y la hunda entre su vientre, los cabellos largos y me diga: “Arriba mi trotsko. No se me caiga. Ya le vamos a meter el dedo en el culo a la burguesía. Y la van a pagar ellos, sus cipayos y todos los traidores. No me llore más. Esta compañera es también de lucha".

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