martes, 8 de junio de 2010

Un ratito para la angustia. No más.

Hay que hacerse un lugarcito para llorar. Buscar un momento para descargar el sufrimiento y dejar salir a la angustia. Un instante para bajar la guardia y dejarse golpear por las lágrimas. Para pensar en vos, en cómo extraño tu calor… (sí, todavía). Indignarse porque no se me naturaliza (como a la mayoría) el paisaje urbano de iguales viviendo en la calle, revolviendo la basura para poder comer. Ponerme rabioso porque haya algunos que se contenten con darles comida y abrigo y no quieran intentar modificar su realidad. Bajonearme porque no encuentro a mi compañera. Mirar al cielo y pedirle al sol que me escuche, a la luna que me aconseje. Sentir ese rato de tristeza, bronca y furia al mismo tiempo. Ese en el que dan ganas de que la raza humana se ahogue en su propio veneno.
Hay que darse ese momento que precedió al impulso de estas líneas y que cerrará esta idea. Pero debe ser sólo un ratite’. No más. Afuera, aquí y ahora hay un mundo con dominantes y dominados. Quien se sumerja en las lágrimas de tristezas e injusticias, sólo tendrá un lugar en las páginas del llanto pero nunca en las de la historia. La angustia es un ratito, la lucha es por y para siempre.

3 comentarios:

  1. ...y esos problemas se hacen lágrima eterna; o lágrima y lucha. Yo le voy a la segunda
    Tilín

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  2. Yo voy con vos también hermano!!!

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