domingo, 21 de febrero de 2010

No muerde…

Al entrar a eso de las deciseiscuarentaycinco ya estaba medio chupao. Se sentó con un bolsito y pidió de mala manera una cerveza más. Otra más. Se quejó que no había Quilmes. Bebió una Estela y del bolso asomó un caniche. Era de peluche. Repetía una y otra vez: “!Qué de problemas que voy a tener cuando llegue!”. Era un fija que la mujer lo iba a regañar -por lo menos-. Luego de demandar un vaso con boca más pequeña y comer uno manice con lo do diente que conserbava, ordenó una milanesa con puré. En el interín de la espera conversaba con el perro, lo acariciaba, lo mimaba y hasta lo retababa. El perro permanecía entumecido. Pidió pimienta. Como a todo tomador, imaginé que le gustarían las cosas picantes, pero no tanto... Agarró el frasco de pimienta, lo dio vuelta, le sacó el tapón y bañó el plato. El perrito también comió sin moverse.

Arribó mi hermanito el más pequeño y, como cumplió años, el curda y el perro le cantaron el “feliz cumpleaños”. “¡Acaricialo! No muerde…”, aclaró el hombre mientras Joel se reía descaradamente con sus grandes cachetes sonrojados. Charlaron los tres un rato largo. Luego llegó una señora y sentose justo frente a él, a menos de un metro. Estaba bien vestida, cuarentona… En fin, una posible víctima del acoso de alguien que tomó unas copas. Pidió un café con leche con tres medialunas. Al instante llamó preguntando si ya estaba marchando. El hombre le había dicho algo seguro. Le pedimos un poco de comprensión y le ofrecimos cambiarse de lugar. Al borracho no lo íbamos a echar. La señora entendió. Enseguida el hombre pagó y enfiló para la puerta. “Le hablaba al peluche, me preguntó si estaba sola porque era lesbiana…”, contó un poco horrorizada y otro tanto sorprendida. No pude aguantar la risa que contagió a la señora mientras el hombre se marchó a paso vaivén hasta el cordón donde frenó un taxi. Antes de subirse se dio vuelta, me miró y repitió: “¡Qué de problemas que voy a tener cuando llegue a casa!” Lo miramos sin seguir entendiendo. “Tengo uno igual a éste y se va a poner de celoso cuando llegue... Éste me salió más caro que el de verdad. A-A-A…”.

2 comentarios:

  1. Una genialidad!
    "Hay que estar siempre borracho. Todo radica ahí: es la única cuestión" me remontó a ese relato automáticamente.
    un beso pa ti

    ResponderEliminar
  2. ali: necesito saber a que hora juega all boys y en donde nos encontramos para ir a la cancha
    avisame por mens.de texto
    besos ...tu tio el pelado

    ResponderEliminar