
Se lanzaron en unas embarcaciones. Las llamaban La niña, La pinta y Laputaquelaparió. Llegaron a unas tierras ricas. Primero creyeron que eran Las Indias. Luego descubrieron que eran tierras nuevas. No lo eran, siempre habían existido. La cultura y los hombres que la habitaban lo demostraban. La posición etnocéntrica de los europeos hizo que las considerasen nuevas y a sus pobladores salvajes. Fue la justificación para colonizarlos, saquearlos y exterminarlos. Esos blancos montados en monstruos de cuatro patas y con un dios representado en un libro, comenzaron un despojo que aún continua hasta el día de hoy. El saqueo en un principio fue material, luego se convirtió en enajenación absoluta. Se les privó de su dios, de su tierra y hasta de ellos mismos. Los que no fueron asesinados fueron y son ignorados. Poco a poco Europa llenó de su gente sus tierras. Se naturalizó eso de ser Perez, Goncalvez y Williams. Los originarios desaparecieron de la historia oficial. La nueva mayoría de habitantes descendientes de los colonizadores fueron desapegándose -en consonancia con la caída de las monarquías europeas- de la reverencia hacia las madres patrias y se declararon independientes. Así fundaron estados-naciones funcionales al nuevo orden de producción. La dependencia continuó sin reverencia entre europeos, y sus descendientes en América implantaron la nueva y sutil doctrina del orden y el progreso importada del viejo continente. Ya no se mató más con la espada y en nombre de dios sino con la ley y el mercado. Como si esto fuera poco, hubo que enaltecer ese pasaje del salvajismo a la civilización, eso que llaman
progreso. Estos estados nación, totalmente artificiales, no sólo continuaron el despojo y la represión de los originarios sino que enaltecieron la conquista y el genocidio europeo declarando al 12 de octubre el día de la raza. Esta es una manera de seguir siéndole funcional a Europa y a la historia oficial contada por los vencedores. Esa historia que se cuenta en las escuelas, la que nos imponen desde chicos:
Que los españoles llegaron para traernos el progreso, la civilización. Que llegaron en son de paz para poner orden. Orden que representa 517 años de colonialismo y que dejó 70 millones de originarios muertos (por ahora). La historia oficial está empezando a ser cuestionada, se empiezan a elevar banderas en la búsqueda de intentar devolverle a aquellos descendientes de los que resistieron el aniquilamiento un poco de lo que tanto se les ha quitado. Esa bandera es la de los pueblos originarios, una con un sentido de lucha y resistencia, muy distinta a la de un país o una patria súbdita de la raza europea. Como dijo un periodista nacido en Norteamérica: “Mi primer antepasado americano fue un indio de los tiempos tempranos. Los antepasados de ustedes lo han desollado vivo, y yo soy su huérfano.”
Día de la raza, las pelotas!!!
todo tan fucking cierto.
ResponderEliminarDía del genocidio, deberían llamarlo. Lo peor es que el sistema lo convierte en feriado. Saludos, Suela.
ResponderEliminarúltimo día de libertad para los pueblos nativos de América...compromiso en el texto.
ResponderEliminarsaludos