lunes, 30 de noviembre de 2009

Manu Chao, masividad y sociedad de consumo


El recital estuvo increíble. Manu Chao y Radio Bemba la rompieron. Como siempre cantaron contra el hambre, el racismo, las diferencias sociales, los políticos, las fronteras del mundo y, entre otras cosas, la sociedad de consumo. Para ser más específico, dejaron que una mujer mapuche reclamase por los derechos de los originarios frente al avance voraz de las mineras en la Cordillera de los Andes. También Manu recordó a Luciano Arruga, joven secuestrado y desaparecido por la policía de Lomas del Mirador y criticó el muro en la frontera de EE.UU. y México. “A todos aquellos que algún día perdieron la ilusión. Pase lo que pase, sea lo que sea, próxima estación: ¡¡¡Esperanza!!!”. Estaba lleno de binchas y pañuelos en las cabezas de hermosas mujeres, pantalones y polleras de bambula, rastas y ropa jipi. Toda la producción acorde con el contexto que pregona el viajero grupo. Pero la realidad sale a la luz por más Manu Chao y conciencia social que se aliente. “Todo muy lindo pero… pase lo que pase, sea lo que sea quiero un cuarto de libra doble con queso”, se escuchó a un joven de cerca de treinta años. “Próxima Estación: una Esso.”, se escuchó a otro. Son las consecuencias de la masividad y de esta sociedad en la que repetimos como loros consignas que contradecimos casi al terminar de repetirlas. El recital estuvo increíble.

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